lunes, 29 de junio de 2015

COMENTARIOS PARA UNA VIDA MAS SANA, PLENA Y FELIZ

ACTIVIDAD  CEREBRAL

Entre los 20 y los 90 años  el cerebro pierde entre cinco y diez por ciento de su volumen. La mayor parte de esta reducción tiene lugar en el hipocampo, un área central de la memoria. También hay reducciones en la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro responsable de recordar información, organizar las ideas y realizar varias tareas a la vez. En la práctica, esto significa que podríamos descubrir que tardamos más en realizar ciertos trabajos mentales que cuando éramos más jóvenes. Pero el cerebro mayor todavía puede aprender.
                              
Y cometer errores es parte del aprendizaje: los niños aprenden repitiendo una acción hasta que les salga bien. En 2011, un estudio canadiense que comparó la capacidad de aprendizaje de un grupo de veinteañero con un grupo de un promedio de 70 años confirmaría esta concepción en los adultos. El hallazgo fue que el grupo de gente mayor aprendió mejor cuando se permitió experimentar y equivocarse. De modo que si no lo logra desde el primer momento, siga intentándolo.



SALUD MENTAL:

Cualquiera sea nuestra edad siempre estamos a tiempo para iniciar algunos ejercicios para reducir nuestro riesgo de contraer alguna enfermedad, como cáncer o problemas cardiovasculares, simplemente haciendo algunos cambios en nuestro estilo de vida. Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, inclusive ahora hay medicamentos para controlar problemas digestivos estresantes como reflujo y acidez.

Aprender una habilidad nueva, tener un pasatiempo, participar como voluntario en obras altruistas o empezar un pequeño negocio después de los 65 años mantiene en forma sus facultades. Incluso resolver crucigramas o armar rompecabezas puede ayudarlo a conservar la lucidez. Abundan las pruebas de que caminar aumenta la capacidad mental. El ejercicio hace fluir más sangre al cerebro y favorece la interconexión neuronal. Un estudio de la Universidad de Pittsburgh mostró que los adultos mayores que caminan entre 10 y 14 kilómetros por semana tienen menos riesgo de sufrir mermas mentales.

                              

Otras investigaciones indican que 15  minutos de caminata al día también ofrecen beneficios. Un estudio sueco publicado en Lancet Neurology en 2005 reveló que dos  sesiones por semana de media hora de caminata en la madurez reducen significativamente el riesgo de contraer  Alzheimer en la vejez.

Una dieta baja en grasas y abundante en frutas y verduras también mantiene sano el cerebro. Está comprobado que dejar de fumar, dormir bien y beber pequeñas cantidades de alcohol ayudan a prevenir el deterioro mental. Incluso algunos estudios indican que tomar café reduce el riesgo de demencia senil.

Prestar atención: No puede haber aprendizaje sin atención. Aquellos que trabajan en tareas de rehabilitación cognitiva han descubierto que no sólo la memoria es importante, sino también el hecho de lograr que los pacientes presten atención. Los centros de rehabilitación utilizan computadoras con puntos que se encienden sobre la pantalla. Usted puede emplear un juego infantil tradicional que consiste en poner la mano sobre la mesa; su contrincante debe tratar de golpearla antes de que usted la retire. Los intentos de su contrincante deben ser efectuados al azar, de modo que usted no sepa cuándo lo va a golpear. Este ejercicio no sólo es útil para la atención sino también para los reflejos.

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